
Algunas personas mayores piensan que “a su edad” el ejercicio no es necesario: gran error! El llevar una vida saludable es un estilo de vida, no una etapa de la vida. La actividad física que desarrollamos (baile, tai chi, natación, etc.) nos da una mayor flexibilidad, coordinación muscular, equilibrio y movilidad; además proporciona energía, mejora la autoimagen y salud mental.
Para el adulto mayor, el aprendizaje experiencial, más que una herramienta, es recordarles el contacto directo con sus propias experiencias y vivencias; es un “volver a aprender haciendo” que reflexiona sobre el mismo “hacer”.
Mediante los valores potenciamos la relación de paz espiritual y amor, donde analizamos de manera positiva lo vivido, a fin de gozar de una etapa de vida plena, con foco en el bienestar y la reflexión.