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Aspectos sustantivos del protocolo de salud, higiene y bioseguridad

Por: César Bravo

 

La actual coyuntura por la que viene atravesando el mundo y por ende nuestro país, exige a la sociedad y a las organizaciones tomar una serie de medidas orientadas a proteger y salvaguardar la salud de sus grupos de interés. En este contexto es necesario diseñar, implementar, hacer cumplir reglas y estándares de seguridad adecuados, revisar información actualizada y brindar formación relevante, llevar control del estado de la salud de los trabajadores así como proveerles equipos de protección personal.

 

En nuestro país el gobierno central ha establecido la implementación de protocolos y/o lineamientos para reiniciar las actividades productivas y de servicios, de manera que las empresas y organizaciones ofrezcan seguridad a los trabajadores, usuarios,  consumidores, proveedores y público en general. Hasta el momento, en Perú se cuenta con protocolos sanitarios para las actividades en rubros como el agrícola, forestal, ganadero, construcción e infraestructura, comercio electrónico, hotelería, minería, pesca, restaurantes, telecomunicaciones, textil y transporte.

 

Los aspectos más relevantes en los protocolos de salud, higiene y bioseguridad son:

> Limpieza y desinfección.

> Evaluación de las condiciones de salud de los trabajadores.

> Lavado y desinfección de manos como paso obligatorio aplicado a trabajadores y usuarios.

> Sensibilización en la prevención del contagio.

> Medidas preventivas de aplicación colectiva.

> Medidas de protección personal y vigilancia de la salud.

 

La puesta en práctica de los protocolos de salud, higiene y bioseguridad busca contribuir con la prevención de contagio del SARS-Cov2 (COVID-19). Sin embargo conviene que estas buenas prácticas se constituyan en hábitos de vida saludable para todos y todas en cualquier contexto y lugar. No solo protegemos nuestras vidas, sino también la de nuestros seres más queridos y de la comunidad entera. Aplicarlos en casa, centros laborales, medios de transporte, centros educativos o de formación e incluso en mercados y supermercados debe conducirnos a una nueva convivencia.