
Por: Sebastián Montesinos Monterola
En el pasado, la voz con peso y autoridad era sostenida generalmente por una persona adulta. Ello no tendría nada de singular sino fuera porque al hacerlo, se excluía la opinión de los jóvenes con la excusa de que no tenían opinión válida y tampoco experiencia para pronunciarse sobre la problemática social del país.
Este mandato ha sido refutado, generación tras generación, por los jóvenes. Hemos sido nosotros los jóvenes, quienes nos hemos levantado y con pensamiento crítico hemos colocado posición frente a diferentes temas sociopolíticos cruciales. En noviembre pasado, nuestra generación ha obligado a repensar las decisiones tomadas puesto que sentíamos se afectaba la democracia en nuestro país. Nosotros estamos llamados a expresar pensamiento y opinión tanto como proponer soluciones creativas.
Para lograrlo, es necesario tener espacios de discusión respetuosa y constructiva que nos permitan ampliar nuestra visión e intercambiar diferentes puntos de vista. Conéctate Joven fue este año 2020, un espacio provisto por YMCA desde sus programas de inclusión y desarrollo comunitario, que reunió a jóvenes de Lima, Arequipa y Trujillo a fin de fortalecer nuestra capacidad para discernir y proponer. Este espacio ayudó a escuchar diferentes perspectivas. Hemos conocido problemáticas y situaciones que desafían a las juventudes con una mirada más diversa y profunda. La experiencia reforzó mi conclusión: los jóvenes tenemos propuestas valiosas y creativas para hacer frente a las crisis que afrontan el Perú y el mundo.
Estoy convencido que los jóvenes debemos acercarnos al ámbito político. Una manera de hacerlo es tomar con responsabilidad las próximas elecciones, porque nuestro voto influirá en el futuro de todos los peruanos. Otra forma es no callarnos cuando creemos que algo es injusto y tomar una posición. Un ejemplo claro fue la protesta nacional que involucró a miles de jóvenes estudiantes, en plena pandemia. Yo participé de la marcha y vi todo tipo de injusticias: abuso de autoridad, vulneración de derechos y pésima actuación policial. Sin embargo, quienes participamos también sentimos que hemos despertado. Ello fue positivo, porque cuando las voluntades se unen, la democracia reverdece.