YMCA NEWS

¿Qué esperamos de una comunidad resiliente?

Por: Sarvia Luis Arroyo

 

“Cuando todo parezca ir contra ti, recuerda que el avión despega contra el viento, no a favor de él”
Henry Ford

 

Hoy en día, la palabra resiliencia está en boca de todos. La resiliencia es la capacidad que tienen las personas o grupos para sobreponerse al dolor y la adversidad, buscando activamente continuar con sus vidas. Por adversidad se entiende todo aquello que ofrece dificultad con un grado de complejidad mayor a lo habitual. El dolor emocional por su parte, puede ser causado por pérdidas humanas, tragedias u otros sucesos devastadores como eventos naturales o pandemias.

 

El escenario adverso del COVID-19 trajo consigo soledad, muertes sin despedidas, personas infectadas, economías vulneradas, miedo y pánico, egoísmo… Un drama social con unos niveles de estrés individual y colectivo que ponen en juego la continuidad de la vida en todas sus expresiones. Sobre todo, porque es incierto su impacto en el futuro.

 

¿Cómo enfrentan las personas estas situaciones? Cuando se lidia todos los días con la pobreza y la vulnerabilidad, el desafío es mayor. Por eso YMCA está lista para ofrecer apoyo a 441 familias en Lima, Arequipa y Trujillo a fin de que fortalezcan factores internos y de contexto para ser resilientes. Entonces, ¿qué esperamos de una comunidad resiliente? Se espera que:

 

> Reflexione y tome conciencia de su exposición a la vulnerabilidad, realice evaluación pertinente y ejecute revisión de los recursos con los que se cuenta en la comunidad.

> Fortalezca entornos de confianza y de honestidad con todas las partes interesadas en su contexto.

> Brinde apoyo y realice acciones en donde la generosidad y la solidaridad sean signo.

> Se movilice y entable redes de soporte, buscando abrir caminos que les permitan afrontar y en muchos casos transformar esas situaciones de horror.

> Cree nuevas prácticas sociales para hacer frente a las luchas diarias respecto de la alimentación, el acceso a agua segura, los derechos a la salud y educación, entre otros.

> Realice una retrospectiva respecto de lo acontecido, de modo que extraiga lecciones para lograr cambios y transformaciones.

 

Siempre es posible levantarse luego de un desastre, porque la vida continúa y estamos llamados a cumplir un propósito. No obstante, dotarla de nuevas perspectivas, renueva aires y posibilidades para crecer, incluso más.