
¿Quién es un asociado básico?
Por: Sergio Solano Loo
El estatuto vigente de YMCA Perú (1994) señala en el artículo 10, respecto de los asociados básicos, que son “…cristianos que habiendo suscrito la Base de París, se comprometen a colaborar como voluntarios…, asumiendo las distintas tareas que la institución les encomiende”.
Como en este momento, YMCA Perú se halla en proceso de renovación estatutaria, el proyecto de nuevo estatuto establece en el artículo 11, sobre los asociados básicos, que son “…cristianos identificados con su espíritu y propósitos, que habiendo suscrito y hecho suya la Base de París… se comprometen a colaborar como voluntarios en la dirección y programas de YMCA Perú, asumiendo las distintas tareas que la institución les encomiende”.
La Base de París es el documento fundacional del movimiento YMCA a nivel mundial, que a la letra dice: “Las Asociaciones Cristianas de Jóvenes buscan unir a aquellos jóvenes que, considerando a Jesucristo como su Dios y Salvador, según las Sagradas Escrituras, desean en su fe y en su vida ser discípulos de Él y trabajar juntos para extender entre los jóvenes el Reino de su Maestro”.
De acuerdo con este marco, un asociado básico se distingue por:
– Un encuentro personal con Cristo, que en primer lugar, lleva a considerarlo como Salvador y Señor; segundo, a aceptar su camino lleno de gozo, pero también de rupturas y; finalmente, a incorporarse a una comunidad cristiana, para alimentar, celebrar y vivir la fe.
– El seguimiento a Jesús, que significa que nuestra vida se conduce según la perspectiva del evangelio de Jesús, lo cual supone seguir una escala de valores: el amor de donación gratuita, la lucha por la justicia, el amor preferencial por los pobres, la pasión por la Palabra de Dios; la relación íntima con Dios-Padre.
– Un compromiso, que revela la responsabilidad de extender el reino de Dios y de construir una sociedad más justa, más humana y más solidaria con las necesidades de todos los seres humanos.
En conclusión, un asociado básico es un ciudadano llamado a ser signo y portador del amor de Dios para los demás.